Hoy te traigo unas deliciosas espinacas a la crema en versión vegana y sin lácteos, hechas solo con ingredientes saludables.
No son lo mismo que la crema de espinacas, porque aquí no se tritura la verdura. Lo único que se bate es la crema, que tradicionalmente se hace con nata, mantequilla y harina, pero yo preparo con anacardos, cebolla y leche vegetal.
De este modo, el plato resulta mucho más sano, no contiene gluten ni lactosa, y al usar anacardos, cambiamos las grasas saturadas de la leche por grasas buenas, y aumentamos la ingesta de proteínas, minerales y triptófano, la hormona de la felicidad.
Cómo hacer espinacas a la crema – Paso a paso
1Pica y sofríe la cebolla. Déjala enfriar un poquito, y bátela junto con el resto de ingredientes menos la verdura.
Si lo ves un poco espeso no te preocupes, al añadir las espinacas se aligerará porque aún conservarán algo de agua.
2En la misma sartén o cazuela, rehoga las espinacas hasta que se evapore el agua y reduzcan su tamaño, añade la crema, mezcla bien ¡y listo!
Consejos
- Si usas espinacas congeladas, es mejor utilizar las de bolsa, y descongelar en el microondas, es más saludable.
- Exprime todo el líquido posible ayudada de un colador o paño de cocina antes de utilizarlas.
- ¿Buscas más sabor? Agrega un diente de ajo al sofrito, pimienta cayena si te gusta picante, o tomates secos picados para un toque más mediterráneo.
- ¿Te gusta el sabor a queso? Añade levadura nutricional o parmesano vegano, o el queso rallado que te guste si no sigues una dieta vegana.
- Uso leche de almendras por su sabor. Pero la de cualquier fruto seco funciona bien, y con la de soja quedará incluso más cremosa.
- Consérvalas en la nevera, en un recipiente hermético, por hasta 2-3 días.
¿Es mejor utilizar espinacas frescas o congeladas?
Las espinacas frescas recién recolectadas son mejores que las congeladas, y conservan más folatos y vitamina C. Sin embargo, siete días después de su recolección, pierden parte de sus folatos, que sí conservan las congeladas, según un estudio de la Universidad de Pensilvania (1).
Sin embargo, las espinacas congeladas pierden solo un 61% de su vitamina C al ser escaldadas antes de congelarse, para eliminar posibles bacterias. Mientras las frescas pierden hasta el 75% tras 7 días de viaje hacia el mercado o guardadas en nuestra nevera.
No obstante, ambos tipos son ricos en fibra, flavonoides, carotenoides, y minerales como hierro y calcio, que no se pierden en ninguno de los dos casos.
¿Buscando recetas con espinacas?
Debajo te dejo unas cuantas recetas con espinacas más, desde batidos hasta guisos o sopas. ¡Espero que te gusten!
- Crema de espinacas
- Batido verde de espinacas
- Garbanzos con espinacas
- Sopa de espinacas
- Potaje de garbanzos vegano
Receta de espinacas con crema
Espero que te guste la receta de hoy, porque aunque parece bastante calórica, es ideal para bajar de peso. Las grasas de los anacardos son en su mayoría saludables, y su aporte de fibra e hidratos de carbono de absorción lenta resultan más saciantes, algo fundamental cuando buscamos adelgazar.
Además es un receta fácil y muy versátil. Puedes servirla como entrante, o como salsa para pasta, relleno de tortitas saladas, o como acompañamiento de cualquier tipo de proteína vegetal o animal.
Y si la haces, no olvides dejarme un comentario debajo o en redes. ¡Qué tengas un feliz día!
Espinacas a la Crema sin Lácteos
Una receta tradicional con espinacas, que preparo sin nata, ni lácteos, ni harina, y sin gratinar al horno.
- Preparación: 10 min
- Cocción: 10 min
- Tiempo Total: 20 min
- Raciones / Piezas: 2 1x
- Categoría: Aperitivos y entrantes
- Método: Cocción
- Cocina: Vegetariana, Vegana
- Dieta: Vegana
Ingredientes
- 1 cebolla
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 400–500g de espinacas frescas
- 110ml de leche de almendras o la que prefieras
- 60g de anacardos crudos
- ¼ cucharadita de sal
- 1/8 cucharadita de nuez moscada molida
- una pizca de levadura nutricional (opcional)
- pimienta negra al gusto (opcional)
Elaboración paso a paso
- Sofreír: primero, en una sartén grande echaremos el aceite, y cuando esté caliente, sofreiremos la cebolla picada hasta que esté dorada. Reservaremos para que se enfríe un poco.
- Batir: en el vaso de la batidora echaremos la cebolla sofrita, los anacardos, la leche vegetal, la sal y la nuez moscada. Lo batiremos todo bien hasta conseguir una crema de textura homogénea y fina. Reservaremos.
- Rehogar: en la misma sartén del sofrito, pondremos las espinacas ya limpias para rehogarlas a fuego medio bajo. Removeremos de vez en cuando con una cuchara hasta que veamos que reducen su tamaño y ya están cocidas.
- Mezclar y servir: incorporaremos la crema a la sartén, apagaremos el fuego, y lo mezclaremos todo muy bien. Rectificaremos de sal o especias al gusto, y serviremos como entrante o acompañamiento.
Notas
- Si dejas los anacardos en remojo unas cuantas horas, se ablandarán y podrás triturarlos más fácilmente.
Nutrición
- Serv. / Personas: 2
- Calorías: 396
- Azúcar: 8,02g
- Sodio: 510,62mg
- Grasas: 28,33g
- Grasas saturadas: 4,38g
- Grasas Trans: 0g
- Carbohidratos: 29,26g
- Fibra: 8,07g
- Proteínas: 13,64g
- Colesterol: 0mg
Los datos nutricionales de la receta son solo una estimación, y se han generado a partir de una base de datos utilizando productos genéricos, y no sustituyen el consejo de un profesional de la nutrición.